Como extranjera que soy en este país, tuve mis primeras impresiones: lugares, arquitectura, comida, gente, hombres, mujeres, entro otros muchos aspectos.
Una de las primeras impresiones que recuerdo, es la de la mujer tica. De todas las edades, estaturas, estratos, me parecieron realmente encantadoras.
Y cuando las apodo "encantadoras" lo hago con todo el sentido literario de la palabra.
Primero: el acento, que acento! Tonos de voz cálidos, suaves, dulces con un hablado "socado" (en general, todos los ticos hablan así) es decir, como que cuando hablan amarran las palabras, lo anterior lo sustenta su casi impecable dicción.
Pero volviendo a la mujer tica, y no quiero que se me tache muy masculina cuando lo digo!, es una mujer que se diferencia de las vecinas u otras de la región por su agraciado físico, su porte, su naturalidad y esa liberación femenina que cada una profesa casi sin darse cuenta.
Pensé: ¡Qué dura competencia existe aquí! Costará uno y más esfuerzos para hacerse un campito en este mercado tan variado. Pero apelé al poder de la novedad y los encantos foráneos!
Recuerdo que en cada lugar que iba, las analizaba: malls, calles, restaurantes, bares, televisión...
Y todas me parecían particulares!
Definitivamente, la cultura tiene mucho que ver. Si bién es cierto las ticas tienen lo suyo, otras mujeres de otros países lo tienen. Por lo cual, al pasar de los años que llevo viviendo aquí, recuerdo con cariño aquellas percepciones mías.
viernes, 29 de enero de 2010
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